sábado, 8 de agosto de 2015

Malinchismo Mexicano


  
"... Es significativo que el “Viva México, hijos de la Chingada” sea un grito patriótico, que afirma a México negando a la Chingada y a sus hijos. Si la Chingada es una representación de la Madre violada, no me parece forzado asociarla a la Conquista que fue también una violación, no solamente en el sentido histórico, sino en la carne misma de las indias. El símbolo de la entrega es doña Malinche, la amante de Cortés. Es verdad que ella se da voluntariamente al Conquistador, pero éste, apenas deja de serle útil, la olvida. .

...Nuestro grito es una expresión de la voluntad mexicana de vivir cerrados al exterior, sí, pero sobre todo, cerrados frente al pasado. En ese grito condenamos nuestro origen y renegamos de nuestro hibridismo ... Al repudiar a la Malinche— Eva mexicana, según la representa José Clemente Orozco en su mural de la Escuela Nacional Preparatoria— el mexicano rompe sus ligas con el pasado, reniega de su origen y se adentra solo en la vida histórica.


.... El mexicano condena en bloque toda su tradición, que es un conjunto de gestos, actitudes y tendencias en el que ya es difícil distinguir lo español de lo indio. Por eso la tesis hispanista, que nos hace descender de Cortés con exclusión de la Malinche, es el patrimonio de unos cuantos extravagantes—que ni siquiera son blancos puros—. Y otro tanto se puede decir de la propaganda indigenista, que también está sostenida por criollos y mestizos maniáticos, sin que jamás los indios le hayan prestado atención. El mexicano no quiere ser ni indio, ni español. Tampoco quiere descender de ellos. Los niega. Y no se afirma en tanto que mestizo, sino como abstracción: es un hombre. Se vuelve hijo de la Nada. El empieza en sí mismo.

Esta actitud no se manifiesta nada más en nuestra vida diaria, sino en el curso de nuestra historia, que en ciertos momentos ha sido encarnizada voluntad de desarraigo. Es pasmoso que un país con un pasado tan vivo, profundamente tradicional, atado a sus raíces, rico en antigüedad legendaria si pobre en historia moderna, sólo se conciba como negación de su origen. "

Octavio Paz,  El laberinto de soledad, " Hijos de la Malinche"  (fragmentos).



Cuenta la historia que una aborigen ayudó al español Hernán Cortés a conquistar México: dice la leyenda que fue tanta la admiración por el extranjero español que  sirvió de intérprete, consejera, guía e incluso fue su amante. Se le menciona en la historia como   Malintzin, Malinalli Tenépatl o Doña Marina, pero es más comúnmente conocida como La Malinche. Este es el origen del término "malinchismo", que es usado para explicar la tendencia  o fascinación ( a mi gusto, irracional ) que tenemos los mexicanos hacia todo lo que es extranjero y repudio a lo nacional.

Hacía ya mucho tiempo que había querido hacer mención a este tema, pues pienso que en mí persona  existía una parte malinchista que me provocaba atracción por este país. Antes de inmigrar, tenía una idea aumentada de estas tierras.

Para que conozcas un poco de nuestra idiosincrasia, amable lector, en México, y sobre todo los mexicanos que no han tenido la oportunidad de tener la experiencia de vivir en el extranjero,  tenemos la idea de que fuera del país, más específicamente Estados Unidos, Canadá o Europa y ya en menor grado Japón,etc, ( es decir todas las naciones de "primer mundo" ) todo es mejor, son ricos, son más avanzados en todos los sentidos y en consecuencia  son superiores y nosotros inferiores. Agreguemos la imagen internacional que dan estos países al ser primeros lugares en varias competencias mundiales  contra las noticias que se publican de nosotros al extranjero como violencia, crimen, narcotráfico, etc. Todo esto influye en nuestra idea de imagen de nación pobre, tercermundista que tenemos de nosotros mismos.

Existen niveles de malinchismo claro está, pero donde se nota más en extremo es en la clase alta mexicana: todas esas personas adineradas que tienen la posibilidad de viajar por el mundo, no es raro verlas con actitud altanera presumiendo sus viajes al extranjero, exaltando cualidades como riqueza, orden, civilidad, etc de los países avanzados, al mismo tiempo que se avergüenzan de México.  No es raro ver cómo los extranjeros se burlan de los problemas que tenemos y esos mismos "mexicanos" los secundan. Son ellos los que se avergüenzan de encontrar mexicanos fuera de su país y se sienten bien al tener amistades con gente de otras nacionalidades.

Cabe mencionar que un mexicano ignorante (no importando la clase económica) , sin una identidad firme bien afianzada, encontrarse en el extranjero no importando en las condiciones o situación,  es cuestión de status pues su valía respecto a otros mexicanos aumenta dado que reside en el extranjero.  Y dado que en México somos un país que yo llamaría "clasista" ( más que racista ), el estar en otro país es como subir de clase. 


¿ Y cual es la historia de mi malinchismo ? El mio no era tan radical: yo no me avergonzaba de mis orígenes pero sí estaba cansado de nuestra sociedad: me hartaba de la falta de equilibrio y libertades en las empresas y de lo desconsiderados, egoístas, abusivos y controladores que son  los empleadores mexicanos. En mi malinchismo se incluía una obsesiva atracción hacia las güeras (rubias) extranjeras, y un cierto sentimiento de inferioridad hacia los canadienses pues inconscientemente sentía que por el hecho de ser de un país de "primer mundo" eran superiores a cualquiera. Dado que México no es un país multicultural en el sentido de Canadá, pues somos 110 millones de mexicanos, me atraía la idea de conocer gente de otras nacionalidades.

Sin embargo, todo cambió. Conforme avanzaba el tiempo y al tratar de integrarme a esta sociedad, me di cuenta de las carencias culturales y sociales que tenían, la falta de calidez y apertura humana. Al inicio los paisajes, los grandes espacios limpios y la naturaleza que rodea a las ciudades junto con el hecho de estar en otro país, y hablar otro idioma, eran la novedad. Conocí los parques nacionales, atravesé como loco la región de Québec en bicicleta pues tienes unas ciclopistas formidables, busqué y traté de comprender la sociedad y cultura locales para tratar de integrarme.

Pero poco a poco fui entrando en la rutina y la cotidianidad como otro habitante más de este país. Las novedad se me acabó más o menos como a eso del tercer año; aún así yo trataba de escarbar para ver que más encontraba, y no fue mucho. La gente era cerrada, apática y muy volátil en cuanto las relaciones. Visité varios parques nacionales y pueblos cercanos pero me di cuenta que a donde quiera que iba la naturaleza era exactamente la misma y cada pueblos una réplica de otro (mismos parques, mismos centros comerciales, mismos ríos, mismos bosques, etc.) . Aún cuando hice un viaje a las provincias marítimas ( PEI, Nueva Escocia y Nuevo Brunswick ) no se me hicieron tan diferentes más que en el hecho de que hablaban inglés y la gente la sentía más amable. Poco a poco la imagen de superioridad y país de "primer mundo" se me fue cayendo y pude ver a estas tierras tal como son, con sus defectos y virtudes.  Mi malinchismo se cayó y hasta ese entonces pude reconocer todo lo que tenía México y la riqueza de cultura, sabor, color, tradiciones, historia, gastronomía y folclor que tenemos; lo cálido y abiertos que somos. Conforme pasaba el tiempo, fui recuperando y reforzando mi identidad como mexicano.


Es por esto agradezco a Canadá haberme quitado mi malinchismo. Sin embargo, hay algo que desprecio mucho de mis compatriotas y es ese todavía malinchismo irracional: existe una gran diferencia entre sentirse bien en otro país dada sus ventajas y otra muy diferente el sentirse de otro país y despreciar tu origen por el simple hecho de ser mexicano.

La primera posición la respeto, pues es gente que es capaz de hacer la diferencia entre ventajas y desventajas del país tanto el que los recibe como el de origen, y quiero remarcar esto: no estoy en contra de que la gente prefiera este país a México, estoy en contra de la gente incapaz de ver desventajas en el país que los recibe. He platicado tanto con gente que no le gusta como con gente que si le agrada pero al final todos concordamos en varios puntos de lo que está bien y lo que no está bien.



La segunda posición la aborrezco y la detesto rotundamente, pues es gente con baja autoestima que basa su seguridad en el hecho de estar fuera de su tierra, y se maravillan y alaban cualquier característica de los países extranjeros ( aun  más que los mismos originarios de esos países ).Por lo general se comportan más canadienses que los mismos canadienses: cada vez que mencionas una cosa negativa o señalas algo que el gobierno ha hecho mal, su respuesta clásica es " si no te gusta, vete ". 


He aquí los comportamientos a lo que nos lleva este malinchismo irracional

El tener vergüenza de ser mexicano
Recuerdo el primer año que pasé aquí, en un viaje turístico a Ottawa, me encontré con un paisano. Cuando le pregunté de donde venía respondió " de Ocotlán " y rápidamente se prestó a agregar " un pueblucho cualquiera ". Tristemente, nosotros nos avergonzamos de nosotros mismos, y este es uno de muchos ejemplos que pudiera presentar ( Ocotlán es un pueblo pintoresco en el estado mexicano de Jalisco, y no, no es un pueblucho ).

No es raro ver a paisanos 100% mexicanos ( osea nacidos y criados en suelo mexicano ) radicados  en Estados Unidos que no quieren hablar español. A mi no me ha pasado, pero han sido varias las historias de gente que viaja y al encontrarse con ellos, aún se les oiga el acentote latino y tengan la piel más morena que un frijol, responden con una cara arrogante diciendo " Sorry, I don't understand I don't speak spanish " ( ..... )


El que se siente más Canadiense/Gringo/Europeo que los verdaderos nacidos en
Canadá/USA/Europa

Hay tipos que ridiculizan y se burlan de todo lo que sea mexicano estando fuera del país. Viajan al extranjero y se sienten la octava maravilla: ensalzan cualquier cosa positiva por mínima que sea y se la pasa comparando contra todo lo negativo que tenemos en el país y poniendo a México como si fuera lo mas bajo. Comúnmente son gente adinerada ( aunque también existe gente de clase media ) acostumbrada a estar rodeada de lujos y buena vida, pero al final gente hueca, materialista y superficial ( yo en lo personal no estoy peleado con el hecho de tener dinero, si no el hecho que estas personas basen su valía en él.) Estas personas con los que menos se quieren encontrar son con mexicanos, pero ven a los extranjeros y se la pasan besándoles los pies. Sinceramente hablando a este tipo de idiotas no los soporto ni los considero mis paisanos.

Los que alaban todo del país de adopción
Son esos mexicanos que están irracionalmente bien ( si asi es ), y añado el calificativo irracional por que regresan a México y se la pasan sólo hablando de su país de adopción y parece que no saben hablar de otra cosa. Cualquier tema que se hable no pierden la oportunidad de sacar a colación sus aventuras aún si la gente no les pide hablar de ellas. Van con la gente y se la pasan haciendo comparaciones " En Canadá ahora esta haciendo -20°C ", " en Francia las calles son muy limpias ", " en Irlanda las avenidas huelen a Channel No. 5 ".
" Oye Juan ! tiempo de no verte ?! como estas ? Como está tu familia ?  Hallo !! Wie get's es inhen ! desde que regresé de Alemania no los había visto por que estoy excelente en Alemania, mira que son muy ordenados los alemanes ehhh   ah ? y ya te conté que ando en Alemania .... "

De hecho el ejemplo, mi fuente de inspiración y mi motor impulsor para escribir acerca de este tema y que me hizo darme de topes en el muro y casi aventarme de un barranco, fue este artículo que blog que redactó esta señora mexicana residente de la ciudad de Québec sobre los casse-croutes, titulado  Los mejores “Casse-Croûte” de QuebecAntes de continuar explico qué es un casse-croute: es un simple puesto/restaurante/local de hamburguesas y papas fritas, y muchas veces también una nevería ( donde venden helados pues ); eso es todo. Las hamburguesas que venden en esos lugares son super simplonas, inclusive en muchos son tan pésimas que ni a los quebecos les gusta ir. Les invito ahora que lean el artículo de esta señora. 

No estoy peleado con el hecho de que ella viva contenta aquí y prefiera este país a México, lo que me harta es esa tendencia malinchista a exagerar una cosa simplona de este país. Les aseguro que Canadá tiene mucho más cosas que exaltar como lo es su naturaleza, ¿ pero los casse-croutes ?!  Lean como engrandece estos lugares ultra simplones inclusive añadiendo "reportajes de historiadores" y diciendo "que tienen como patrimonio piedras antiguas " Uyy piedras antiguas + hamburguesas y papas fritas, que gran combinación !! Pongamos un casse-croute en la Isla de Pascua entonces ... lo último que le falto añadir es que son "patrimonio de la humanidad".

Señores, les aseguro que un casse-croute no tiene nada de especial ni significativo ni siquiera para los mismos quebecos; y sin exagerar les puedo decir que las peores hamburguesas de mi vida las he comido en un casse-croûte. Redactemos entonces un artículo de blog acerca de las bondades y maravillas de los Maxi ( que es un supermercado estilo Walmart ) y de la "magia que vibra en estos lugarcillos fantásticos cuando vas a hacer las compras de víveres para la semana". ( ... chingado .... )

Los que no soportan que hables cosas negativas del país de adopción
Creánlo, existen. Y de lo que hablo es del comportamiento irracional a pensar que aquí es verdaderamente el primer mundo y no son capaces de ver críticamente las cosas que suceden aquí. Yo en lo personal no voy con los tipos que se quejan de todo, eso es comprensible, pero tampoco con los que quieren ver todo color de rosa. Estas personas siempre que les expones un tema no grato o polémico de aquí se ofenden y se ponen a defender el país peor que un canadiense.

Esta gente por lo general se encuentran en una posición cómoda y al haber podido lograr una situación confortable en el país, no se solidarizan con otros que no les ha ido tan bien ni son capaces de empatía, de ahí viene su "valentía" para defender a su país de adopción.

Sin embargo, cuando se habla de la misma manera de un tema negativo acerca de México, no defienden al país con el mismo fervor.  Con este tipo de personas es imposible dialogar, pues su clásica respuesta es " si no te gusta vete ".



México
Es triste ver en nosotros esta actitud. No lo voy a negar, como sociedad tenemos problemas sociales duros y profundos, políticos que tienen secuestrado al país y una sociedad conformista y permisiva que está contenta con el estatus quo y con las migajas que recibe.

Pero sólo viviendo fuera de México podemos apreciar todo lo que tenemos: existen ciudades  enteramente coloniales que fácilmente sobrepasan al viejo Québec ( aunque sinceramente hablando, el viejo Québec es único e impresionante, no hay punto de comparación ). En cuanto a eventos, contamos por ejemplo con festivales internacionales culturales como el Festival Cervantino. Tenemos fiestas patronales todo el año llenas de color, sabor y alegría. Cuando aquí en pascua se vuelve una tierra desolada pues todos los negocios cierran y no hay ningún evento especial, México se llena de eventos en los que destaca el folclor religioso.  Los pueblos en la provincia de Québec parece que fueron construidos en serie con un mismo molde, en mi país salir a pueblear es una tradición pues siempre hay cosas que descubrir, pues en cada provincia son diferentes; gracias a esto existe en el país la clasificación de pueblos mágicos.


Lo  que consideran como  reservas indígenas, por ejemplo Wendake, no son más que otro quartier ( colonia, barrio ) de la ciudad de Québec y lo más aborigen que puedes ver es un hotel 4 estrellas con un museo simplón, y a un aborigen moreno hablando francés atendiendo la recepción. En México verdaderas comunidades indígenas como las purépechas o tarascos, viven día a  día sus tradiciones y sus costumbres, transmiten su lengua a sus hijos y nos continúan preparando su gastronomía y nos adornan la vida con sus artesanías.  Aqui lo más que tienen son "antíquités" ( antigüedades ) y ni si quiera son cosas de valor, muchas veces son objetos viejos.



En la costa este de Canadá,  la naturaleza es la misma que en Québec y uniforme en todos lados, y aún existan lagos y ríos por doquier generalmente no te puedes meter a nadar pues están llenos de rocas y el agua está helada ( aún en verano ). Nosotros tenemos una gran diversidad de ecosistemas: playas, desiertos, bosques, etc.

Nuestra gastronomía es tan extensa, laboriosa y tradicional que no cabe en una página de wikipedia y se tiene que clasificar por regiones. Es tan deliciosa y tan compleja que ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.



Los mexicanos estamos llenos de vida: si, tal vez seremos  desordenados para muchas cosas pero sabemos gritar, cantar, reír, brindar y divertimos. Somos abiertos y no tenemos dificultades para abrir nuestra casa y nuestro corazón. He conocido gente de muchas nacionalidades, y muchos son huecos y sin chiste, cada vez que me encuentro con una mexicana su personalidad es refrescante y divertida.

¿ Por que menciono todo esto ? Para demostrar que somos un país rico en muchas cosas no materiales, que es lo que le dan vida al alma, y para demostrar que ese maldito malinchismo no tiene razón de ser. ¿ entonces por que no me regreso a mi pais ? No es el punto de este tema:  el punto es erradicar ese maldito malinchismo irracional.



Pudiera seguir y seguir pero me faltaría espacio espacio de blog para poder describir las bondades de mi país.  Una vez una conocida me hizo la siguiente pregunta (como si yo fuera experto en inmigración y paises) : " ¿ que país me recomiendas para vivir ? " a lo que le respondí " México, pues aquí está muy bien para trabajar ".

1 comentario:

  1. Creo que la información que aportas es muy completa y atinada, sobre toda aquella sobre la configuración del mexicano desde un punto de sus psicología con comentarios de Octavio Paz, este gran novelista y literato mexicano, quien se a atrevido a emprender aquello que muy pocos críticos de nuestra cultura han hecho, es decir, desentrañar al mexicano en cuanto a personaje y carácter, como bien señala Octavio Paz, el mexicano no quiere saber nada acerca de su origen en tanto español o indígena, habiendo muchos detractores del mestizaje, en tanto que toman partido indistintamente de su origen ya sea criollo o puramente indígena, sin embargo hay que recordar que el mexicano también siente cierta añoranza por el pasado, cosa evidente en su producción literaria y crítica.
    Saludos.

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